La comunicación es vital para una empresa u organización, establece un buen flujo de trabajo para todas las áreas que la conforman. En ese sentido, la comunicación estratégica es la que permite planificar todas aquellas operaciones de difusión para lograr las metas de la compañía.

Es así que debemos pensar la comunicación estratégica como un plan global que se direccione a nivel interno y externo de forma coherente con los lineamientos y valores de la empresa. Así, se trabaja en coordinación con el área de relaciones públicas, prensa, protocolo, marketing, imagen institucional, comunicación interna y externa, responsabilidad social, entre otros.

Como pilar fundamental se debe considerar la realidad, el contexto y a los seres humanos como un conjunto complejo, que pueden cambiar constantemente. Por lo que se trata de prever los distintos escenarios que ocurren, con un plan efectivo que logre cumplir objetivos para salir victoriosos de los mismos.

Entonces lo que se requiere es ajustarse con las necesidades del ser humano y su entorno, por lo que este tipo de comunicación trata de ser innovadora, social y con conciencia de lo ambiental.

En ese sentido la comunicación estratégica es una de las maneras de entender la gestión de las comunicaciones. Y se requiere diseñar proyectos de comunicación a partir de un diagnóstico, simple o complejo, y a partir de esos resultados formular soluciones a los problemas identificados, con uno o más objetivos, y con uno o más modos de cumplir metas, de esta manera lograremos una comunicación estratégica. Esto aplica tanto para la comunicación corporativa como para la comunicación política o las comunicaciones de marketing.

Beneficios de la comunicación estratégica

Los principales beneficios de implementar una comunicación estratégica son:

Evitar la improvisación: se debe tener un plan de comunicación estratégica que sirva como una brújula con la cual guiar los proyectos de la empresa.

Ahorra tiempo y dinero: además de evitar parecer improvisado, contar con una estrategia permite prever las situaciones adversas que puedan ocurrir. De esta forma cuando pase, se podrá implementar el plan ya desarrollado y se ahorrará tiempo. Asimismo, al tratarse con anticipación, también generará un ahorro de dinero.

Desarrollar conexión con el público para que se consolide una identidad de marca: seguir una misma línea en el plan de comunicación estratégica es vital para reafirmar los valores de la marca. Esto ocasiona que el público objetivo desarrolle un vínculo más cercano y coherente con la empresa. Y a la larga se logra la fidelización y el posicionamiento.

Permite medir el crecimiento de la empresa en base a objetivos: un plan estratégico de comunicación se basa también en objetivos a corto y a largo plazo. Por ello, se recomienda establecer objetivos medibles, expresados en intención, medida y plazo. ¿Cómo reaccionaron cuando publiqué algo relacionado a la política/religión? ¿Fue la mejor reacción esperada o lo puedo mejorar?, por ejemplo. Todo ello es medible para saber si el plan de comunicación estratégica funciona

Objetivo de la comunicación estratégica

La comunicación estratégica tiene como objetivo implementar y ejecutar acciones que puedan hacer que el vínculo entre la marca y el contexto social, cultural, político, etc. se realice de forma amigable y sin condicionar al cumplimiento de las metas.

Por otra parte, como aspecto fundamental, una de las tareas principales es llegar al público objetivo de la mejor manera posible. Los públicos pueden ser internos (trabajadores, flujo de comunicación interna) o externos (clientes, organizaciones con las que se busca alianzas, etc.). En ese sentido, los objetivos solo serán posibles si se establecen planes de contingencia en caso haya desajustes en el contexto.

Es todo esto lo que convierte a la comunicación como un proceso estratégico. Siempre cuidando que no se pierdan los valores e imagen de marca, como señala en todo momento el fundador de Marca Lima.

Niveles de la comunicación estratégica

La comunicación estratégica está dividida en cuatro niveles. Un primero nivel, el estratégico, que es en donde se toma en cuenta el plan general de comunicación que hará que se cumplan los objetivos, conociendo la realidad de la marca y el alcance propuesto. Un segundo nivel, el logístico, que es donde se debe orientar a la producción y mantenimiento de todos aquellos recursos que se consideren necesarios para conseguir los objetivos estratégicos diseñados en una organización. Un tercer nivel, el táctico, que es en donde se considera cuál es la mejor estrategia para explotar los recursos de manera eficiente y el momento justo para hacerlo. Por último, se encuentra el nivel técnico, en donde se llevan a cabo todas las actividades y objetivos propuestos en el plan general de comunicación estratégica.

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